ABEJAR MALVASÍA Y LANGA BUSCAN DESPEGAR EN EL PARTIDO CON SABOR

Cada vez hay más oferta de cara a la elección del partido con sabor. Por un lado hay un lider en solitario, que garantiza alicientes extra, además hay cuatro equipos empatados en la segunda plaza y otros dos conjuntos en un pañuelo, es decir, casi la mitad de la tabla clasificatoria. Pero no es todo, hay equipos que a nadie extrañaría que estuvieran en ese listado, como Abejar Malvasía y Langa, que este fin de semana miden fuerzas y quien sabe, si lograrán dar el salto que les falta en estos momentos.
Así ambos se encuentran en una situación vibrante para este fin de semana. Por un lado, el que gane dará seguramente el salto necesario en la clasificación para acercarse al pelotón perseguidor; por el contrario, el conjunto que no lo logre podría quedarse definitivamente cortado.
En ambos casos, se trata de dos equipos muy interesantes, con grandes jugadores y que han sido capaces de realizar partidos muy interesantes. A priori dos situaciones complejas para explicar pero que a veces, el fútbol y las estadísticas simplifican de una forma extraordinaria.
Analizando al Abejar Malvasía, un equipo que ha demostrado poner contra las cuerdas a equipos interesantes, con jugadores de nivel, parece complicado entender la situación. Claro que la tabla da pistas, es uno de los equipos de la categoría que menos goles marca, y esa es la clave, de poco sirve generar tanto si la pelota no entra. Cierto es que el Piqueras, es líder sin mucho más gol, pero las dianas también hay que saber rentabilizarlas.
Misma simplificación para el Langa, pero por otro lado del campo, la portería. Los de Langa son el segundo equipo que más encaja. Por si fuera poco, parece que hay cierta dependencia del gol de un par de futbolistas, pero en cuanto a compromiso del equipo, se ha visto de todo, desde encuentros en los que se ha ganado sufriendo, hasta actuaciones en las que se ha merecido más. En esta guerra de números, el verde decidirá quien de los dos equipos tiene más motivos para sonreir y quien más para preocuparse.

Texto: laprovincial.com